Relajarse es otro de los grandes aprendizajes por el que deben pasar los niños y niñas. Deben aprender a empatizar y canalizar sus frustraciones. Un niño que no muestra lo que siente y que no aprende a lidiar con sensaciones como perder, o la “mala suerte” en los juegos de azar, es un niño que se estresa cuando las cosas no salen bien. Además, los padres también pueden relajarse jugando con sus hijos. Por eso, vamos a ver juegos anti-estrés para aprender a relajarte, tanto tú como tu hijo.
Lo primero que debes saber es que eres una figura que sirve de ejemplo para tu hijo. Por eso, si juegas con él, el niño o niña estará mucho más tranquilo, sin necesidad de estar buscando tu atención. Es a las edades tempranas cuando los niños y niñas aprenden jugando. Utilizar el humor y el juego trae muchos más beneficios cuando son pequeños que jugar con reglas estrictas. Además de aprender de forma mucho más rápida y sencilla, aprenderá a relajarse y canalizar sus sentimientos. ¡Vamos a ver algunos juegos anti-estrés!
Juegos anti-estrés para hacer en familia
Para jugar con un niño pequeño, lo primero que deberás hacer será cargarte de paciencia. Debes recordar que los niños aprenden y piensan las cosas mucho más despacio. Deberás disfrutar de cada minuto que pases con tu hijo o hija y verás lo bien que te sientes al terminar. Vamos a ver algunos de los mejores juegos anti-estrés para hacer juntos.
- Disfraces. Crear mundos de fantasía ayuda y mucho. A los padres, a olvidar el estresante día de trabajo o la discusión que hemos tenido con el vecino. A los niños, a expresar sus sentimientos sin ser “reprochado” está interpretando a alguien y, aunque sus sentimientos son suyos, los expresará haciendo como que no.
- Juegos de mesa. Los juegos de mesa ayudan a entrenar la paciencia. El dominó de madera o los puzles hacen que los niños y niñas tengan que jugar de forma tranquila y sosegada. Di adiós al estrés potenciando la concentración.
- Rutinas para adiós al estrés. Cuando veas que tu hijo está estresado o estresada, puedes ayudar estableciendo ciertas rutinas. A los niños les suele ayudar bastante. Centrarse en tareas o juegos anti-estrés es la forma de aprender a tranquilizarse.
