Muchos pedagogos coinciden en que el regalo perfecto para los niños son los juegos de mesa. Este tipo de juegos y juguetes de madera han estado presentes en la vida de nuestros padres e, incluso, abuelos. Los niños de antes se las ingeniaban para encontrar cualquier objeto que hubiese por la calle y poder jugar con ellos. Eso dio lugar a los juegos de mesa. Actualmente, estos juguetes han evolucionado mucho. Presentan diseños más originales, funcionales y de mejor calidad. Pero siguen teniendo las mismas ventajas y valores que hace unas décadas.
Jordi Puig, presidente del Consejo Social del Colegio de Pedagogos de Cataluña ha afirmado que los juegos de mesa más exitosos para potenciar las cualidades de los más pequeños son los cooperativos. Y nosotros añadimos que deben ser juguetes de madera cooperativos. Además, Puig apunta a que los juegos de mesa son tan recomendables como la lectura.
Las ventajas de los juegos de mesa sobre otros juguetes de madera
Este tipo de juguetes de madera contienen excelentes valores que son interiorizados por los niños cuando juegan con ellos. Ayudan al trabajo en equipo, al compañerismo, a la convivencia, a eliminar los estereotipos o sentimientos sexistas, a fomentar el respeto por las normas y a realizar ejercicios mentales de atención, memoria y estrategia. Y todo ello combinado con la diversión y socialización de los más pequeños.
Además, los juegos de mesa fomentan las relaciones entre padres e hijos. Los primeros seres con los que empiezan a jugar los niños son sus padres. Con ellos aprenden ciertos valores y normas de juego. Se fomenta su primera etapa de aprendizaje y aprenden que sus padres son los soportes en los que se pueden apoyar cada vez que necesiten a alguien. Los juegos de mesa les permiten compartir tiempo, gustos, ilusiones, anécdotas, etc. La característica destacable de este tipo de juguetes de madera es que son para todas las edades, los adultos también aprenden con ellos.
A diferencia de los juegos electrónicos, los juegos de mesa potencian más el trabajo en equipo, el contacto con la gente y los valores de solidaridad. En cambio, los videojuegos son más individualistas y competitivos, tal y como señala Puig. La preparación de los juegos de mesa antes de ponerse a jugar tiene un contenido realmente pedagógico. Además, son juegos que acaban dentro de un margen de tiempo razonable, por lo que los niños no están totalmente absorbidos por este tipo de juguetes de madera. Además, son juegos físicos que invitan a la interacción con el medio y el entorno, ayudando a que los niños conozcan más en profundidad la realidad que les rodea.