La música es una de las herramientas más utilizadas para calmar a los bebés y los niños pequeños. Se trata de uno de los mejores métodos para conseguir que se duerman. Tiene un efecto calmante bastante beneficioso aunque también tiene otros muchos beneficios. La estimulación musical es una de las más potentes en las primeras etapas de la infancia. Es muy recomendable que permitas que tu hijo o hija disfrutar al máximo de la música ofreciéndole ritmos e instrumentos diferentes.
Beneficios de la estimulación musical
La música tiene muchísimos beneficios, tanto para el desarrollo físico como para el intelectual de los peques. ¡Vamos a ver qué beneficios tiene la estimulación musical en los peques!
- Aumenta el razonamiento. Según diversos estudios, la música estimula la parte del cerebro que está dedicada al razonamiento lógico.
- Mejora la resolución de problemas. Los niños y niñas que, además de escuchar música, también la aprenden, mejoran su aprendizaje en matemáticas, entre otras actividades. El aprendizaje del ritmo y la duración de la música hace que tenga una repercusión directa en la parte derecha del cerebro.
- Mejora el lenguaje y la comunicación. Las canciones siempre hacen que los peques aprendan nuevas palabras y conceptos. Esto se debe a que les es más sencillo asimilar nuevas situaciones. Adquieren un vocabulario más rico, además de mejorar su comprensión lectora.
- Mejora la memoria. Escuchar música hace que los niños mejoren la atención y, por tanto, suelen aprenderse las canciones mejorando la memoria.
- Aumento de la coordinación. Lo más normal es que, al escuchar el ritmo de la música, el niño o la niña quiera moverse a modo de baile. Bailar es una forma estupenda de desarrollar la motricidad gruesa y mejorar el equilibrio y la coordinación.
- Aumento de la creatividad y la imaginación. Dar la posibilidad de tocar un instrumento es una forma maravillosa de estimular la parte más creativa de los niños y niñas. Regálale un instrumento musical y deja que sea él el que interactúe como más le apetezca.
Además de todos estos beneficios, tocar un instrumento ayuda a que los peques se vuelvan más sociables, además de aprender a seguir ciertas rutinas.