Jugar al dominó es muy positivo, y te contamos por qué

jugar al dominó

Los juegos de mesa son muy tradicionales y siempre son divertidos. Son juguetes que no pasan de moda y ayudan a los niños a desarrollar numerosos aspectos de su día a día. Una vez son capaces de entender las reglas del juego, no querrán jugar con otra cosa. Jugar al dominó es una actividad divertida, entretenida y con enormes beneficios. Además, les resulta bastante sencillo aprender a jugar y las reglas son fácilmente memorizables.

Qué aprenden al jugar al dominó

Cuando los niños y niñas deciden jugar al dominó, están aprendiendo muchísimas cosas sin que te des cuenta.

  • Aprenden a seguir las reglas. Lo bueno de los juegos que tienen instrucciones es que es necesario que los niños aprendan a seguir las reglas. Por lo tanto, aprenden a regirse por normas y a obedecerlas.
  • Paciencia. Los juegos en los que existen turnos hacen que los niños y niñas tengan que desarrollar la paciencia. Deberán aguantar hasta que llega su turno, de forma paciente y respetuosa.
  • Conocimientos matemáticos. Jugar al dominó proporciona conocimientos matemáticos a los niños y niñas. Aprenden a contar las fichas, los huecos, los números… Crean asociación y mejoran sus habilidades de cálculo.
  • Estimula procesos cognitivos básicos. El dominó les ayuda a mejorar la percepción visual, la atención y la memoria.
  • Habilidades psicomotoras. Es un juego en el que deben utilizar las manos. Por lo tanto, les ayuda a desarrollar el aparato psicomotor.
  • Se mantienen activos y ágiles.
  • Socialización. El dominó es un juego al que deberán jugar con otros niños. Por tanto, les ayuda a mejorar la socialización y a encontrarse mucho mejor en compañía de otros niños. Por eso, es un juguete perfecto para regalar a un niño vergonzoso.

Jugar al dominó les ayudará a desarrollar numerosos aspectos de su día a día. Además, es un juguete muy divertido, por lo que disfrutarán mientras aprenden cosas nuevas.

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