Seguramente en más de una ocasión has regalado un juguete a tus hijos, sobrinos, nietos… y no han despertado ningún interés en ellos o, quizás, han jugado una vez con ese juguete y al segundo día lo han dejado en el olvido. El motivo es porque el juguete no tenía ninguna relación con el pequeño, ni en los gustos o intereses ni en la etapa evolutiva en la que se encuentra.
Además de tener en cuenta estos factores a la hora de regalar un juguete, también debemos fijarnos en el material del mismo. Es recomendable que los juguetes no sean estructurados, es decir, materiales que no tengan un fin concreto de juego ya que será el niño quién diseñe su propio juguete. Un ejemplo lo encontramos con los bloques de madera ya que ofrece muchas posibilidades para que los niños creen sus propios juguetes de madera.
¿Por qué es importante ofrecer juguetes o materiales no estructurados?
Cuando los niños obtienen juguetes con un diseño específico no está desarrollando al máximo nivel sus cualidades porque el propio juego ya le indica cómo resolverlo. Es decir, no se hace alusión al juego simbólico. Este juego nace cuando los niños recrean situaciones o elementos a partir de un material o juguete no estructurado como cuando juegan con juguetes de madera. De esta manera, estamos impulsando el juego de creación y no el de imitación.
Elementos de la naturaleza
Esta descripción hace referencia a aquellos materiales naturales que nos ofrece la naturaleza y que, como consecuencia, no contaminan. Estamos hablando de la madera, por ejemplo. Cuando van por la calle, los niños se encuentran a su paso palos, troncos, conchas, etc. con las que aprenden a jugar y a dar rienda suelta a su imaginación. En ese momento, el niño se siente realmente realizado.
Además, los juguetes de madera que los niños crean por sí solos son totalmente reciclables, pudiendo volver a usar este material para otro fin. Lo mismo ocurre con los juguetes de madera que compramos en tiendas especializadas. A esto se le suma que los juguetes de madera o juguetes no estructurados no contienen bacterias que puedan dañar a los niños como sí ocurre con los plásticos.
Beneficios de los juguetes no estructurados
- Estimulan el pensamiento creativo.
- Se adaptan a la etapa evolutiva de los más pequeños.
- Evitan la sobreestimulación.