Uno de los grandes juguetes de nuestra infancia son los trenes de madera. Es uno de los juguetes universales que siempre han encantado a todos los niños. ¿Por qué? Les resulta realmente divertido imaginar historias y construir la vía.
Además, estos juguetes de madera suelen tener muchísimos beneficios para los pequeños. Estos beneficios hay que tenerlos en cuenta a la hora de elegir los juguetes que vamos a regalarles en Navidad.
Beneficios de los trenes de madera
Estos juguetes no sólo tienen un diseño bastante bonito, sino que también ayudan a desarrollar la imaginación y la creatividad. Durante los primeros años, hasta los diez más o menos, los niños y niñas aprovechan cualquier ocasión para explotar al máximo su imaginación. Es en esta época cuando podemos conseguir que su creatividad se expanda lo máximo posible. Esto será algo imposible en su época adulta.
Además, este tipo de juguetes también potencian la psicomotricidad fina, además de ayudar con conceptos matemáticos como es la resolución de problemas.
Los trenes de madera se asocian con la representación del juego simbólico, es decir, que necesitan conectar con el mundo exterior, adquirir diferentes roles, enfrentarse a situaciones cotidianas… Estos estos conceptos son bastantes positivos y se deben tener en cuenta.
Este juguete también le ayuda a mejorar las habilidades de comunicación, así como el autocontrol. Es posible jugar en solitario o con otros niños. Podemos aprovechar para establecer algunas reglas que el niño deba seguir. También será muy positivo para lidiar con emociones: tanto negativas como positivas. Se conocerá a sí mismo gracias a todo lo que tendrá que imaginar.
Los trenes de madera no sólo son bonitos y originales, llevan consigo toda una historia. Podemos hablar con nuestro hijo sobre cómo su abuelo ya jugaba con ellos. También podemos pasar un divertido rato en familia y aprovechar para disfrutar juntos. Será muy beneficioso para el pequeño.
