¿Qué es y para qué sirve un ábaco?

¿Qué es y para qué sirve un ábaco?

Muchos niños tienen recelo o manía a las matemáticas. La razón se encuentra en la forma en cómo han aprendido qué son las matemáticas.

Para la mayoría de los niños se trata de una asignatura difícil de resolver y, en muchas ocasiones, lo pueden llegar a relacionar con un castigo ya que si no descifran la ecuación o el problema matemático no podrán irse a jugar con sus juguetes de madera. Este planteamiento es totalmente erróneo.

Los niños deben concebir las matemáticas como un proceso ventajoso o, directamente, como un juego. Para ello, existen juguetes de madera dedicados a este fin que ayudan a que los niños aprendan a sumar o restar a la vez que se divierten haciéndolo. Es el caso de los ábacos, instrumentos o juguetes de cálculo tradicionales que sobreviven al paso de los años debido a su gran función didáctica y de ocio. Numerosos estudios de pedagogía avalan la eficacia de los ábacos como juguetes de madera.

Los ábacos como juguetes de madera para aprender matemáticas

Los ábacos ayudan a que los niños, desde muy tempranas edades, se familiaricen con los números casi sin darse cuenta. Su función es evitar la mentalidad de que estudiar es un deber y cambiarla a que jugando se puede llegar a aprender cosas muy valiosas.

Con los ábacos los niños aprenden a contar, sumar y restar. Para descifrar el juego o conseguir ganar, es necesario que sepan hacer estas ecuaciones matemáticas. En este sentido, los niños lo tomarán como reglas básicas que deben aprender si quieren seguir jugando. De esta forma, aprenderán jugando y, con el tiempo, jugarán de una forma más razonada ya que irán comprendiendo el significado de la suma y la resta con estos juguetes de madera.

Los ábacos, por lo general, están formados por filas de diferentes colores, cada una de las cuales contienen un número determinado de bolas u otras formas geométricas. A la hora de jugar, se le dirá a los niños que desplacen las bolas de un lado hacía otro, que solo muevan un número determinado de ellas y se les dirá el color de las bolas que queremos que manipulen. De esta forma no solo aprenden los números y a sumar y restar, sino que también aprenden los conceptos de derecha e izquierda y los colores.

A medida que el niño crece se le pueden plantear problemas matemáticos para que los resuelva con los ábacos. Por ejemplo, si Pedro tiene 7 años y Carlos 5 años, ¿cuántos años se llevan? Para hacer esta ecuación matemática los niños podrán usar las bolas y los colores de los ábacos para ayudarse a comprender la solución al problema.

 

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