Ahora que los niños y niñas están de vacaciones es un buen momento para que aprendan nuevos juegos. El buen tiempo hace que sea maravilloso jugar en la calle y, aunque sus amigos estén de vacaciones, pueden aprender juegos para disfrutar ellos solos. Uno de estos juegos son los malabares. Además, ¡tienen muchísimos beneficios!
Beneficios de los malabares
Juguetes como un yoyó o un diábolo pueden convertirse en los compañeros ideales para este verano. Además, los malabares tienen beneficios tanto a nivel físico como emocional. ¡Vamos a ver cuáles son!
- Se trata de un juego que se aprende con la práctica. Esto es perfecto para mejorar la paciencia. Tardará un tiempo hasta conseguir dominar la técnica, por lo que tendrá que tener la paciencia suficiente.
- En relación con el punto anterior, al tratarse de un juego que se aprende con la práctica, tendrá que aprender a lidiar con el fracaso. Este sentimiento es típico en cualquier proceso de aprendizaje. Hay que apreciar los errores como una parte importante en cualquier proceso de aprendizaje.
- Tu hijo o hija sentirá día tras día la enorme necesidad de superarse. Aprenderá nuevos trucos, nuevos movimientos… Es decir, que los malabares ayudan a potenciar el afán de superación.
- Los juegos como los diábolos de madera ayudan a fomentar el esfuerzo, la dedicación y la constancia. Es necesario un proceso para aprender a jugar con ellos. Por eso, le estarás aportando grandes valores a los niños y niñas.
- Aumenta la capacidad de concentración. Necesitará fijar toda su atención en el juego, por lo que se trata de un juego que ayuda a mejorar considerablemente la concentración.
- Refuerza la autoestima. Los malabares ayudan a que los niños y niñas puedan controlar la frustración. Además, se sentirán orgullosos cuando consigan mejorar poco a poco.
- Refuerza la sincronización. La idea es que consigan moverse de forma sincronizada y disfrutar mientras lo hacen.
- Amplía la visión espacial. Con los malabares, los niños y niñas trabajan la visualización y aprenden a medir las distancias.
Por todo ello, los malabares como el yoyó de madera o el diábolo son perfectos para potenciar su aprendizaje.
