Por qué los niños deben jugar

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El juego es esencial para el crecimiento y el desarrollo de los niños. Cuando están jugando, crean su propio mundo, con sus propias reglas. Es un acto de creación, pero también de entretenimiento y diversión. Jugar es una de las actividades más necesarias y naturales durante la infancia. Además, tiene enormes beneficios para los peques.

Según numerosos expertos, el juego ayuda a potenciar la imaginación. Además, favorece la socialización de los peques, ya que les permite relacionarse con el entorno, las circunstancias y otros niños. Es la forma que utilizan los niños y niñas para crear su mundo y relacionarse con todo lo que los rodea. Les ayuda a ganar confianza, seguridad y amistad.

Beneficios de jugar en los niños

Aunque realmente el hecho de jugar no tiene una finalidad determinada, sí que tiene inmensos beneficios. Los niños juegan porque está en su naturaleza. Sin embargo, es una fuente de creatividad, diversión, imaginación, ejercitación y observación.

Existen muchos juguetes y muy diferentes y básicamente todos tienen grandes beneficios para los niños y niñas. Por un lado, encontrarás juguetes que potencian la lógica y el razonamiento. Otros juguetes se centran en el cálculo matemático y la resolución de problemas. Otros están enfocados a la mejora del lenguaje y las habilidades sociales… Pero todos y cada uno de los juguetes tienen un beneficio, aunque a priori sea desconocido para nosotros.

Según la catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia, Petra María Pérez, los niños que juegan con frecuencia interiorizan valores importantes como son la cooperación, la solidaridad, el reconcomiendo de los demás, el esfuerzo del trabajo, el valor del equipo… Estos conceptos se adquieren de pequeños, pero los acompañan durante toda la vida. Por lo tanto, además de aprenden conceptos importantes relacionados con aspectos como las matemáticas o el lenguaje, también adquieren valores.

Con el juego, los niños también aprenden a interpretar roles y seguir las reglas. Por lo tanto, los convierte en personas más respetuosas y respetables. Del mismo modo, es un excelente método para eliminar el estrés. El niño que no juega lo suficiente, tiende a interiorizar sus sentimientos y no consigue aliviar la tensión que sufre o las frustraciones que tiene.

Por eso, es importante que en el día a día de un niño, además de aprender y estudiar, también jueguen y se diviertan.

 

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