Beneficios de los rompecabezas de madera

Todos queremos que nuestros hijos crezcan sanos y se desarrollen en toda su totalidad. Los rompecabezas de madera estimulan el aprendizaje a los más pequeños, además de desarrollar su imaginación y permitirles pasarlo en grande mientras aprenden.

Los puzzles son una manera estupenda de divertirse, además de ser una actividad muy recomendable que tiene en los niños y niñas numerosos beneficios psicológicos.

PUZZLES: ENTRETENIMIENTO IDÓNEO 

  • Con los puzzles, los niños observan y exploran todo lo que tienen a su alrededor. Esto ayuda a que mejore notablemente su atención y su concentración.
  • Aprenden a autocontrolarse y a reflexionar antes de actuar.
  • Les ayuda a aumentar su capacidad de atención. Sacan información específica de algo general. De una sola pieza construyen todo un rompecabezas entero. Con la imagen general tienen que localizar la pieza adecuada. Esto hace que aprendan a sintetizar la información.
  • Desarrollan la coordinación motora ojo-mano. Ven la pieza que necesitan y la prueban hasta que encaja en el lugar preciso.
  • Potencia la resolución de problemas al tener que crear algo que está casi deshecho.
  • Desarrollan la visión espacial y las habilidades cognitivas, aprendiendo conceptos de los diferentes temas que contienen los puzzles.
  • Aprenden a superar desafíos y a enfrentarse a las dificultades.
  • Mejoran la lógica y el lenguaje, además de las relaciones familiares.

Estos son solo algunos ejemplos, aunque tienen muchos más beneficios. Además existen diferentes rompecabezas según la edad de los niños/as.

EL MEJOR PUZZLE PARA CADA EDAD

Dependiendo de la edad, existe un número de piezas recomendadas en específico. También hay que tener en cuenta que si el niño está acostumbrado a realizar rompecabezas, puede ser que exija más complejidad antes de tiempo.

  • De cero a dos años. Para ellos es recomendable que usen puzzles de menos de cuatro piezas.
  • De dos a tres años. Se puede ampliar el nivel de dificultad entre las cuatro y doce.
  • De tres a cuatro años se recomienda una media de entre doce a 22 piezas. En esta edad ya podemos utilizar puzzles de letras y palabras (así aprenden bien el alfabeto).
  • De cuatro a cinco años. A esta edad ya pueden meterse en rompecabezas de 22 a 48 piezas.
  • Por último, a partir de los cinco años, los niños que ya han jugado a los puzzles pueden enfrentarse a juegos de más de 50 piezas.

 

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