¿Cómo ayudan los juguetes de madera en el aprendizaje?
Un estudio publicado por la revista Computers in human behavior desvela las tres cualidades básicas que todas las personas deben interiorizar cuando son jóvenes para un mayor rendimiento y capacidad en el aprendizaje.
Estas variantes son: concentración, desafío y compromiso. Y, ¿cómo se adquieren estos tres puntos? La respuesta está en los juegos.
Los juguetes de madera adaptados al sector educativo son capaces de cubrir las carencias de los niños y de mejorar sus capacidades y destrezas. Son útiles para la diversión y para el aprendizaje.
Factores de la función didáctica de los juguetes de madera
Los primeros factores que integran los juguetes de madera en el aprendizaje de los niños son la motivación y la dificultad. A la hora de comprar juguetes de madera, nos damos cuenta que en muchos ponen para qué edad están dirigidos, lo que significa que tienen diferentes niveles de dificultad.
En este sentido, es preferible comprar aquellos un poco más difíciles para potenciar el afán de superación en los niños, motivados por la necesidad de resolver el juego. Asimismo, cuando un juego se le resiste a los niños tratan de buscar diferentes alternativas, lo que potencia su imaginación y su destreza para encontrar otras soluciones.
En relación a este punto, cuando los niños consiguen superar los niveles se sienten orgullosos de ellos mismos y confiados. Se llenan de motivación y quieren seguir intentándolo, no se dan por vencidos. Esta cualidad es fundamental para cualquier aspecto de la vida futura de los más pequeños.
Por otro lado, los juguetes de madera son una de las pasiones de los niños. Esta cualidad hace que el aprendizaje se convierta en algo divertido y cuando esto ocurre los niños dejan de memorizar y aprender por repetición. En estos casos, los niños están más abiertos a retener información casi sin esfuerzo, una información que se quedará en su cerebro para siempre.
El estudio hace referencia a la concentración de los niños cuando juegan con juguetes de madera. Se ha demostrado que cuando los niños están expuestos a niveles más altos de conocimiento o a tareas o juegos más difíciles, absorben de forma más eficaz la información y su mente entra en un estado de inmersión total, es decir, concentración.