El 98,6% de los padres en España es consciente de la importancia que supone educar a sus hijos sin diferencias de género. Así lo manifiesta el I estudio Imaginarium de Educación y Género. En este informe se subraya que el 80% de los padres han comprado alguna vez un juego o, incluso, disfraces que no se correspondían tradicionalmente con el género de sus hijos. Solo el 8,3% no fue capaz de comprar un juego que no se correspondía con el género.
Pero, ¿quién dice que un juego es para un determinado sexo? Los juguetes de madera, por ejemplo, son diseñados con la mente puesta tanto en chicos como en chicas. No hay diferencias de género, ni roles que identifiquen a un sexo de otro. Todos los juguetes de madera integran ambos sexos. Podríamos decir que son unisex. Lo importante es que los niños se diviertan y aprendan jugando.
En relación a los juguetes que más gustan a los niños, encontramos que son los puzles y juegos de estimulación. No es casualidad que se traten de juguetes de madera. Los niños se percatan de la posibilidad de jugar con más niños si los juegos engloban ambos sexos.
El problema está cuando los niños van creciendo, ya que se intentan reforzar los roles de género tradicionales. Es en este punto donde muchos padres se fijan en qué juegos comprar en función del sexo de sus hijos. Se tiende a pensar que las muñecas son para las niñas y los coches para los niños, pero ¿por qué lo establecemos así? En primer lugar tenemos que preguntar a los propios niños qué juguetes les gustan más y, en función, de ellos comprar unos u otros. Lo importante son sus gustos y aficiones, y no si son chicos o chicas.
A pesar de la buena noticia con la que comenzábamos este artículo, todavía queda mucho camino por recorrer. El 45,6% de los encuestados ha afirmado seguir escuchando frases que hacen hincapié en la diferencia de sexos en relación al juego. El 42%, por su parte, consideran que sus hijos serían objeto de burla en el colegio si llevasen algún juego que no se corresponde tradicionalmente con su sexo.
