El problema de la poca socialización de los niños

Blog El problema de la poca socialización en el juego de los niños

Basándonos en que el juego implica compartir experiencias con otras personas o jugar en equipo para intercambiar conocimientos o impresiones y disfrutar, los niños cada vez juegan menos con otros niños. El culpable de esta realidad es el juego tecnológico. A día de hoy, todos los niños manejan a la perfección los aparatos electrónicos, sabiendo descargarse juegos. Se pasan horas y horas con ellos durante sus tiempos libres. Estos juegos electrónicos no incitan a la participación de más personas, como sí ocurre con los juguetes de madera.

Los niños juegan, principalmente, con los teléfonos móviles de sus padres, las Tablet o las videoconsolas individuales. Estas herramientas de juego no permiten su uso con dos o más personas a la vez. Es difícil jugar con otra persona  si solamente hay que utilizar un botón o a lo mucho dos para que el juego funcione.

El único momento en que los niños juegan con otros niños es durante el recreo de la escuela o cuando sus padres son conscientes de la importancia de comprar juguetes de madera. No obstante, cada vez más colegios están incluyendo las nuevas tecnologías a la hora de la enseñanza. Es cuestión de tiempo de que estas tecnologías se impongan también en el juego.

¿Cómo afecta a los niños?

Los niños conocen y se relacionan con el mundo que les rodea a través del juego y con el contacto con personas de su misma edad. Por lo tanto, la poca socialización de los niños de hoy en día preocupa y mucho.

El juego en equipo mediante juguetes de madera consigue que la mente, el cuerpo y la interacción se engloben dentro de la misma dinámica y realidad para potenciar las destrezas y habilidades de los niños gracias a la socialización.

Jugar con otros niños implica conexión, creación, investigación, conocimiento y diversión. Con los juguetes de madera, los más pequeños tienen mayores posibilidades de desarrollarse, física, intelectual, emocional y socialmente. Además, el niño consigue exteriorizar sus sentimientos gracias al juego compartido. Estos sentimiento abarcan las alegrías y tristezas, las dudas, los miedos, las angustias, la confianza en sí mismo, etc. Como consecuencia, el niño va construyéndose su propia personalidad y seguridad personal.

Además, a través del juego en equipo con los juguetes de madera, los niños consiguen comprender mejor las situaciones reales de la vida. No se trata de un juego inventado o imaginario como ocurre con los videojuegos. Los juguetes de madera recrean las situaciones y acciones más cotidianas de la vida.

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