Los disfraces son un tipo de juego muy importante en los niños pequeños. Cuando juegan a disfrazarse, se están viendo como otra persona. Aunque lo realmente importante es que los niños y niñas se lo pasen bien y disfruten mucho jugando a disfrazarse, este tipo de juego también tiene muchos beneficios a tener en cuenta.
Los niños y niñas crecen y se desarrollan a través de juegos de disfraces. Les ayuda a fomentar la imaginación, fortalecen las relaciones, mejoran la comunicación… Además, les ayuda a atreverse y les permite explorar más allá de su zona de confort. ¡Vamos a ver qué más pueden aportar!
Beneficios de los disfraces.
Jugar a disfrazarse tiene muchísimos beneficios para los niños y niñas
- Desarrollo de la creatividad y aumento de la imaginación. Ambas se desarrollan y se potencian en las primeras edades de los niños. Aprenden a expresarse con libertad y mostrar su forma de ver el mundo.
- Eliminación de las barreras y los límites. Al disfrazarse de otra persona, el niño o la niña se arriesga y se atreve a mostrarse de un modo que antes no lo hacía. Quizás sea más valiente o más amistoso. Todo depende de lo que se disfrace.
- Eliminar tensiones. Los disfraces potencian el pensamiento simbólico. Este tipo de juego consiste en representar la vida de un adulto o de un personaje de ficción. El caso es que ve el mundo a través de su propia visión.
- Expresión de los sentimientos. Este tipo de juegos es utilizado en terapias infantiles para ayuda a los niños y niñas con problemas de timidez o miedos.
- Desarrollo de la empatía. Al convertirse en otras personas, los niños y niñas aprenden a sentir los sentimientos de los demás de otro modo, por lo que se convierte en un punto realmente positivo en su día a día.