El juego es una parte importantísima en la vida de un niño, ya no solo porque es algo divertido que les ayuda a distraerse sino porque es una parte esencial en el desarrollo. Esto se debe a que les ayuda a estar activos, una parte fundamental para crecer y desarrollar sus capacidades. El juego es importante para el aprendizaje. Pueden conocer la vida a través del juego.
Además, los juegos son mucho más que diversión, tienen un carácter formativo. Ayuda a que los pequeños se enfrenten una y otra vez a diferentes situaciones hasta que consiguen adaptarse.
También ayudan a establecer rutinas, mejorar su razonamiento, aprender cómo pueden enfrentarse a diferentes sentimientos… Tienen que ser capaces de aprender empatía y otros sentimientos con los que tendrán que mediar a lo largo de su vida.
Capacidades que desarrolla el juego
Existen diferentes tipos de juego: deportivos, de mesa, de lógica… Todos ellos tienen sus propios beneficios y contribuyen al desarrollo y formación de los pequeños.
- Capacidades físicas. Al jugar, los niños y niñas se mueven. Sin darse cuenta se están ejercitando y desarrollando ciertos aspectos importantes: coordinación psicomotriz, la motricidad gruesa y fina… Además es un ejercicio muy saludable para todo: los músculos, los pulmones, la salud cardiovascular, los huesos… Por eso, es importante no solo jugar con ellos sino también apuntarles a deportes. Les ayuda a moverse, desarrollarse, crecer sanos y conciliar mejor el sueño por la noche.
- Desarrollo sensorial y mental. El juego les ayuda a desarrollar su lado sensitivo al jugar con diferentes olores, texturas, sonidos, tamaños, formas, colores… Además, dependiendo del juego elegido, también desarrolla la lógica, el cálculo…
- Capacidades afectivas. Gracias al juego, los niños pueden experimentar emociones como sorpresa, expectación o alegría. Sentirán diferentes sentimientos: alegría, frustración enfado… y todas ellas son normales en el día a día. Por eso, aprender a lidiar con sus sentimientos y emociones es perfecto para su desarrollo.
- Fomenta la creatividad y la imaginación. El juego les ayuda a potenciar su imaginación. Crean historias, inventan cuentos y desarrollan el lenguaje y el sentido creativo.
Por eso, un niño o niña que crece jugando es un niño o niña mucho más completo.
