El juego simbólico permite que los niños aprendan a conocerse a sí mismos y al entorno que les rodea además de relacionarse con los demás mientras se divierte. Una característica muy importante del juego simbólico que ofrecen los juguetes de madera es que permite a cada niño expresarse de manera particular.
Entre los juegos simbólicos encontramos aquellos que son funcionales que desarrollan una actividad sensorio-motriz, los juegos de ficción, los juegos de adquisición para que los niños comprendan y perciban y los juegos de construcción.
En qué consiste el juego simbólico con juguetes de madera
El juego simbólico permite que los niños combinen los hechos reales con los imaginarios. De esta forma, dan rienda suelta a su imaginación mientras recrean situaciones ficticias en las que ellos se convierten ellos mismos en los protagonistas. Esta actividad les ayuda a superar sus miedos, a ganar confianza en sí mismos y a ser creativos.
¿Cuándo deben comenzar los niños a jugar con juguetes de madera simbólicos? Entre los 12 y 19 meses comienza la fase que se denomina juego presimbólico. Aprenden a identificar el uso funcional de los objetos o elementos que forman parte de la vida cotidiana, como puede ser hablar por teléfono. A partir de los 20 meses (juego simbólico) , los niños comienzan a relacionar dos objetos entre sí. Dos meses más tarde es cuando comienzan a representar roles en la vida.
Ya a partir de los 30 meses son capaces de mezclar la realidad con la ficción. Su lenguaje ha evolucionado así como sus habilidades. Con el tiempo aprenden a improvisar y a establecer interacciones con otras personas para dar lugar al juego cooperativo.
Beneficios del juego simbólico
- Los niños aprenden a asimilar y comprender el entorno que les rodea.
- Aprenden y practican los roles de las personas en la sociedad, como por ejemplo ser padres.
- Los juguetes de madera simbólicos favorece su desarrollo comunicativo. Disponen de un mayor lenguaje y son cada vez más sociales con la gente de tu entorno.
- Impulso de la imaginación y la creatividad.
- El juego simbólico contribuye al desarrollo emocional de los más pequeños.
