La tecnología ha entrado en nuestras vidas y cada vez son más los padres que reemplazan los juguetes tradicionales por juguetes tecnológicos. Ambos tipos tienen grandes beneficios. Los juguetes de madera son excelentes para conseguir un desarrollo óptimo de nuestros hijos.
La diferencia básica entre cada tipo de juguete reside, básicamente, en el tipo de actividad que realizan los peques con cada uno de los juguetes. Es decir, con cada tipo estimulamos y favorecemos aprendizajes diferentes.
Debemos garantizarles una diversión segura y enriquecedora. Por ejemplo, los correasillos de madera son maravillosos para el desarrollo psicomotor. Es muy importante tener en cuenta que, dependiendo de la edad, deberemos estimular más unas partes de su cuerpo que otras. Cuando son muy pequeños, las manos juegan un papel muy importante. Además, reconocer colores y sonidos y que los relacionen con el movimiento de sus manos es una cuestión importante. Los trenes de madera son geniales para que utilicen sus manos.
Según se van haciendo mayores podemos alternar juguetes tradicionales con juguetes tecnológicos. Los juguetes tecnológicos pueden ayudar a potenciar la inteligencia y debemos utilizarlos de forma segura. En cambio, los juguetes tradicionales desarrollarán mucho más la parte creativa y la parte física de nuestro hijo.
Si se encuentra nervioso, en lugar de intentar engancharlo a una pantalla, podemos darle un juguete con el que disfrute, corra, se imagine historias y disfrute con todas las posibilidades que le ofrece.
Potenciar todas estas cualidades será fantástico para el desarrollo de nuestro hijo. El juguete y el juego son parte del desarrollo humano. Únicamente debemos elegir la forma en que lo realizamos y cuándo debemos usarlo. Todo tiene sus beneficios, pero siempre en su justa medida y con un control que nos asegure la seguridad, la diversión y el desarrollo de los niños y niñas.
Elegir es cuestión de investigar las ventajas, sin duda, jugar con juguetes de madera tiene grandes beneficios para los peques.
