Vivimos en una época en la que los niños y las niñas tienen absolutamente de todo. Cada día aparece un juguete nuevo, con más luces y más colores, que terminan saturando a los más pequeños. Sin embargo, frente a tanta tecnología, los juguetes de madera se han vuelto a consagrar como el juguete estrella de estas Navidades.
Regalar juguetes de madera en Navidad es ideal para volver a lo tradicional. Sirven como vía de escape para los niños, evitando que queden demasiado saturados. Si bien es cierto que no todos los regalos tienen por qué ir enfocados hacia lo tradicional, siguiendo la regla de los cuatro regalos de Navidad, podemos apostar por que uno de estos juguetes sea de madera.
Beneficios de los juguetes de madera
Los juguetes de madera tienen un mayor peso y una mayor presencia. No son juguetes de plástico. Deberán sujetarlos con firmeza, lo que hace que se estimulen las manos. Además, aportar una mayor importancia al mismo juguete. Al tener más peso, el niño sentirá que es mejor y más importante.
Ayuda a estimular el tacto. Como no son lacados, proporcionan una sensación bastante agradable. No todos los juguetes de madera se sienten igual. La madera tiene irregularidades y todo ello termina beneficiando a su desarrollo.
Los juguetes de madera para Navidad son perfectos, ya que al no tener luces ni sonidos hacen que los peques jueguen mucho más con ellos. Tendrán que imaginarlo todo.
Además, no contaminan y reducen el consumismo. Al ser menos frágiles, los juguetes de madera duran mucho más tiempo, tienen una mayor calidad y enseñamos a los niños a evitar crecer en la espiral de “usar y tirar”.
Envejecen mejor. Lo bueno de estos juguetes es que ni se rompen ni se ponen feos. Además, pueden pasar de generación en generación aportando un sentimiento y emoción a dicho juguete.
Por eso, los juguetes de madera para Navidad son una de las mejores opciones.