A los niños les encanta jugar con trenes de madera. Por lo general, las personas nos sentimos atraídas por este medio de transporte. Esto puede deberse a esa sensación que gira en torno a los viajes, los paisajes… Pero sin duda, son ellos los que quedan fascinados.
A los peques les encantan los trenes. Es posible que la primera razón sea que son juguetes más grandes, lo que hace que queden impresionados y muy contentos al ver sus dimensiones. Les encantan las máquinas grandes porque les llama mucho la atención. A ciertas edades ya son capaces de relacionar los trenes de juguete con los trenes reales. Además, para ellos, un viaje en tren implica poder pasar más tiempo con sus padres, al contrario de lo que pasa en el coche, que es más individual. En el tren se sientan a nuestro lado y comprueban las grandes dimensiones y la potencia que tiene ese medio de transporte.
Los trenes llevan en nuestra vida desde hace muchísimos años. Somos muchos los que hemos jugado con trenes de pequeños. Para los niños y niñas es muy divertido jugar con trenes, utilizar las diferentes partes para cambiar las mercancías o los propios vagones. Arrastrar un tren es una actividad muy entretenida para los niños y, además, entrena su motricidad y su imaginación.
¿Cómo benefician los trenes en su desarrollo?
Es muy sencillo, jugar con un tren hace que los niños estén de un lado para otro. Tienen que utilizar sus manos para moverlo y sus colores potencian su imaginación y ganas. Se imaginarán que son el conductor y eso hará que tus hijos sean más creativos e imaginativos. ¿Quién no ha imitado nunca el sonido de un tren? Cuando eres pequeño, estos juguetes hacen que te tires horas divirtiéndote con ellos.
Es un juguete perfecto para diferentes edades, aunque es mucho mejor regalárselo cuando tienen a penas dos años. Lo verán como algo increíblemente divertido y querrán pasar mucho tiempo jugando con ellos. Así, ayudaremos a su imaginación y su motricidad de forma divertida.