Parece que todo lo que llega al mercado y es bien recibido por la sociedad es bueno. Un ejemplo lo encontramos en las nuevas tecnologías. Es cierto que la nueva era digital ha producido un cambio positivo dentro de la vida de las personas y en la actividad laboral de las empresas. Nos ha permitido reducir los tiempos, mejorar la productividad y apostar por la innovación. Pero en la vida de los niños, los aparatos tecnológicos y las aplicaciones de estos no son los más aconsejables.
Actualmente, los niños nacen con un teléfono móvil o tablet debajo del brazo. Desde los primeros meses de vida aprenden a utilizar estos aparatos. Sus padres les descargan aplicaciones de juegos para tenerlos entretenidos, creyendo que no está afectando a su vida. En primer lugar, no se está impulsando la socialización y movimiento de los más pequeños, como sí ocurre con los juguetes de madera.
En tan solo unos años, los niños saben manejar las nuevas tecnologías por cuenta propia. Los padres ya no necesitan desbloquear su teléfono y llevar al niño hasta la aplicación. Lo hacen por ellos mismos. Es más, saben cómo descargarse nuevas aplicación. Y aquí es donde entra el problema más grave. Llega un momento en que los padres dejamos más libertad a nuestro hijos, sin saber a ciencia cierta qué aplicaciones se descargan. No conocemos la temática de es aplicación, ni si es de pago o gratuita o si implica el contacto con personas ajenas a través de Internet. En este sentido, nuestros hijos se están exponiendo a la peligrosidad de Internet sin darnos cuenta.
Aplicaciones de cirugía estética
¿Alguna vez has pensado que tu hijo/a puede jugar con una aplicación enfocada a la cirugía estética? Son las aplicaciones más peligrosas ya que están incentivando a que los niños tengan problemas de autoestima. Con estas aplicaciones pueden corregir sus defectos físicos. Tanta es la peligrosidad que algunas asociaciones ya han puesto en marcha iniciativas para que haya un control y límite en el juego de los niños. Con los juguetes de madera esto no pasa. Un ejemplo es la asociación AnyBody, en Argentina. Exige a Amazon, Google y Apple que regulen sus criterios para determinar qué aplicaciones son aptas para los niños.
Esta campaña ha llegado incluso a las redes sociales con los hashtags #CirugiaNoEsJuego y #SurgeryIsNotAGame. La indignación ha sido máxima. Este tipo de aplicaciones además acentúan más todavía los estereotipos de género, los cuáles se han mitigado gracias al uso de juguetes de madera. Por lo general, los ejemplos incluidos en las aplicaciones reflejan la figura de mujeres.
