Una de las cuestiones que más se plantean los adultos es qué juguetes de madera son los más adecuados para regalarles a sus hijos, sobrinos o amigos. En el mercado podemos encontrar infinidad de juguetes de madera con diversas funciones educativas, por ello la elección se hace difícil. Sin embargo, no debemos estresarnos porque siempre que compremos juguetes de madera habremos acertado en nuestra decisión. Una vez que tenemos esto claro, vamos a ver en qué aspectos nos tenemos que fijar a la hora de comprar un juguete de este tipo.
En qué fijarnos para comprar juguetes de madera
- En primer lugar, es recomendable valorar el tiempo que dedican los padres o los adultos en general a jugar con los niños o, al menos, si están dispuestos a ello en algún momento dado.
- Antes de nada debemos plantearnos su los niños son capaces de divertirse sin recurrir a las nuevas tecnologías. Los juguetes de madera son mucho más dinámicos e imaginativos.
- Elegir juguetes de madera que tengan alguna relación con los niños, tanto a nivel de intereses como en relación a la etapa evolutiva en la que se encuentran. Por ejemplo, elegir juguetes musicales, didácticos o de habilidad, entre otros.
- Pensar en qué lugar usará más ese juego, si en el colegio o en casa, por ejemplo. En función de ello, podremos apostar por juguetes más individuales o juguetes que necesiten la participación de dos o más personas.
- Tener claro qué cualidad de los niños queremos potenciar con los juguetes. Si queremos que se muevan, entonces elegiremos juguetes que impliquen un movimiento psicomotriz. Si queremos que potencien sus capacidades mentales, elegiremos juguetes más lógicos. Y así sucesivamente.
- En el caso de que queramos comprar un juego simbólico deberíamos apostar por los juguetes no estructurados, es decir, aquellos que no tienen ningún fin en concreto. El puzle sería un ejemplo de este tipo de juegos.
- Si seguimos teniendo dudas sobre qué comprar, nunca fallaremos con los juguetes de madera de construcción. Son juegos bastante lúdicos y que suelen gustar mucho a los niños. Para elegir cuál exactamente, debemos dejar volar nuestra imaginación. De esta manera, conseguiremos estimular la del propio niño.