Por qué enseñar malabares a los peques

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Enseñar nuevos juegos a los niños y niñas es una buena forma de potenciar su crecimiento y desarrollo personal. Empieza el buen tiempo y, con él, las posibilidades se multiplican. Los malabares son un juego maravilloso para hacer con los peques. Podéis aprender en familia y, luego, dejar que sean ellos mismos los que jueguen y se desarrollen. Los beneficios de los malabares son enormes y, con ellos, también disfrutan y lo pasan en grande.

Juguetes como el yoyó, el diábolo, las peonzas, las combas, pueden ser juguetes realmente maravillosos con los que, además, se divierten muchísimo.

Beneficios de los malabares en los peques

Además de ser un juego muy divertido, y que se puede practicar individualmente o en grupo, los malabares tienen muchísimos beneficios, tanto a nivel físico como emocional. En juguetutto te contamos cuáles son y verás qué maravilloso puede llegar a ser jugar con yoyós de madera.

  • La práctica lleva a la perfección. Los juegos en los que se necesita práctica para mejorarlos hace que el niño practique algo muy importante: la paciencia. Tardará un tiempecillo en manejar la técnica pero será muy gratificante.
  • Precisamente, en relación con la práctica, lidiar con el fracaso y aprender a canalizar el éxito son cuestiones importantes en edades tempranas. Con ello, puede aprender a manejarse en su futuro estudiantil o profesional. Es importante aprender de los errores y apreciarlos como una parte importante de cualquier modelo de aprendizaje.
  • Afán de superación. En cualquier situación de la vida, superarte a ti mismo te dará alegría y mucha ilusión. Aprender nuevos trucos, nuevos movimiento o nuevos juegos hará que los malabares sean aún más divertidos.
  • Fomentar el esfuerzo, la dedicación y la constancia es otro de los grandes beneficios que tienen los diábolos de madera. Aprenden jugando mientras se superan a sí mismos y siguen avanzando en su día a día.
  • Refuerza la autoestima ya que aprenden a controlar su frustración y se sienten orgullosos de sí mismos cuando logran superar un reto.
  • Amplía la visión espacial. Estos juegos hacen que los peques trabajen la visualización y aprendan a medir y entender las distancias.

Por todo esto, los malabares como el yoyó de madera o el diábolo son perfectos para ayudarles a mejorar el aprendizaje sin olvidar su crecimiento y desarrollo.

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