Juegos educativos

Uno de los métodos más valiosos para que los niños aprendan es ofrecerles diversión. Mientras los niños juegan, su atención y sus sentidos están más activados para no perder detalle. Es más, el juego es un método que ayuda a interiorizar comportamientos correctos y valores acerca del género si se sabe qué juguetes escoger. Es aconsejable comprar juguetes de madera ya que promueven la igualdad entre sexos para que los niños crezcan sin estereotipos.

A diferencia de lo que mucha gente piensa, no dejamos de jugar porque estemos haciéndonos mayores o envejeciendo. El problema es que envejecemos desde el mismo momento en que dejamos de jugar. Es decir, el juego no es una actividad dirigida solamente a niños, también a los adultos.

La respuesta es bastante fácil. Los niños son felices cuando juegan. Efectivamente, el juego es lo que les hace disfrutar y estar entretenidos. Mientras juegan, sueñan. El grado máximo de felicidad se alcanza cuando los niños juegan con sus padres. Para ellos es una gran oportunidad y un orgullo poder compartir esa diversión con sus pilares fundamentales dela mano de los juguetes de madera.

El juego simbólico permite que los niños aprendan a conocerse a sí mismos y al entorno que les rodea además de relacionarse con los demás mientras se divierte. Una característica muy importante del juego simbólico que ofrecen los juguetes de madera es que permite a cada niño expresarse de manera particular.

Los regalos están a la orden del día. No hay mes que un niño no reciba un juguete por parte de algún familiar. El número de ellos crece considerablemente durante los cumpleaños o la Navidad. Pero a pesar de la cantidad de juguetes de madera que los niños reciben, en muchas ocasiones se detienen más en el envoltorio de los mismos que en el juguete en sí. La razón es que no hemos acertado en la elección.

Siempre que acudimos a una tienda de juguetes, ya sea física u online, uno de nuestros objetivos es encontrar un juguete que sea educativo y que les aporte un valor añadido a los niños. Nuestra máxima preocupación es que no se dañen con ellos a la vez que consigan sacarles partido y les favorezcan en el desarrollo de sus habilidades. Por eso, la mayor parte de los adultos compramos juguetes de madera.